LUX AETERNA

Dicen, que  naciste hace miles de millones de años y morirás dentro de otros miles de millones de años.

Llevas miles de millones de años iluminando y calentando nuestro mundo, dando vida pero también destruyéndola.

Influyes en cada rincón de la tierra por más raro sea de encontrar, eres luz y a la vez oscuridad.

Cuando te exaltas puedes matar y cuando estás en calma eres como el “maná”. Situado en el centro de la galaxia estas, pero, aquellos más cercanos a ti no resisten tu influencia astral y siempre envidiando nuestra privilegiada situación orbital, están.

Dentro de unos meses se alinearán, ya no saben qué hacer para que nos extingas. Dicen, que lanzaras una lengua de fuego tan poderosa que nos destruirás dejándonos en el mismo lugar que a los demás. ¿Es eso verdad?

Compuesto de hidrogeno en tu mayor parte estas, siempre completando tus ciclos con otro gas, que llamado helio, hacen de ti un arma mortal.

Tu frenética actividad te destruirá si sigues agotando el hidrogeno que hay en tu región central, el cual y sin saber porqué, transformando en helio estas.

Cuando esto suceda un exceso de energía producirá que tus capas exteriores se expandan y se empiecen a enfriar, convirtiéndote en una gigante roja sin calor y a punto de estallar, pero no te preocupes porque nuestra vida ya no existirá pues tus tormentas solares y tu furia extrema, todo lo habrá extinguido ya.

Cuando el helio se fusione en carbono y el hidrogeno en helio, te contraerás, disminuyendo tu brillo sobrenatural y aumentando tu temperatura hasta extremos incalculables, en una estrella de rama horizontal te convertirás.

Cuando se agote el helio de tu profundidades, expulsaras como un dragón, todo tu fuego mortal, dejando únicamente al descubierto tu alma “inmortal” quien transformándose en una enana blanca, exhalará el último aliento de esa extraordinaria vida solar, transformándote en el monstruo negro del Universo y absorbiéndolo todo, sin piedad.

¿Podrías darnos alguna oportunidad?.

Liliana Castillo Girona